Mantenga su plastificadora en plena forma siguiendo estos consejos de mantenimiento preventivo.
Como dicen, la prevención es la mejor medicina. Si bien las máquinas de plastificado probablemente no eran lo que «ellos» tenían en mente, no se puede argumentar que la mejor manera de mantener su máquina de laminación en buen estado es previniendo problemas en primer lugar.
Como sabe, una plastificadora es una inversión. La mejor manera de proteger esa inversión es limpiándola con regularidad y respondiendo a los problemas rápidamente.
Lo que se debe y no se debe hacer al cuidar su plastificadora
A continuación, encontrará una lista de lo que debe y no debe seguir cuando se trata de su nueva plastificadora para que siga funcionando durante los próximos años.
Limpia tu máquina con regularidad.
Si solo necesita limpiar el polvo, asegúrese de que su máquina esté apagada y enfriada. Luego, use un trapo suave y húmedo para limpiar la máquina.
No use alcohol u otros limpiadores fuertes o abrasivos.
Su plastificadora es más delicada de lo que piensa. Los limpiadores a base de alcohol y petróleo o las herramientas de fregado abrasivas pueden dañar gravemente la máquina.
Utilice un portador de funda.
Para proteger los rodillos del contacto accidental con el adhesivo, es mejor colocar la funda de laminación dentro de un portador de bolsas para mantener limpios los rodillos.
Mantenga los objetos afilados lejos de los rodillos.
Los objetos afilados como tijeras, cortadores de cajas y cuchillos pueden dañar la silicona de los rodillos. Muescas, hendiduras y cortes afectarán el funcionamiento de la máquina, si es que funciona. Si está tratando de quitar el adhesivo, ¡resista la tentación de usar algo afilado para quitarlo!
No lamines papeles metálicos ni brillantina.
Si bien laminar papel brillante puede parecer la manera perfecta de preservar un proyecto brillante para siempre, el brillo puede dañar la plastificadora, a veces de forma permanente. Los materiales utilizados para crear papeles metálicos y purpurina interfieren con la capacidad de las máquinas laminadoras para transferir calor, que es necesaria para el proceso de laminación.
Apague la máquina cuando haya terminado.
Algunas máquinas se apagarán automáticamente, pero si la suya no lo hace, es fundamental apagarla cuando haya terminado con su trabajo. Dejar la máquina funcionando más tiempo del necesario puede dañar el motor.
No desmantele la máquina.
A menos que sea un profesional, no debe abrir la unidad. Esto presenta un riesgo de descarga eléctrica e incendio.
Llame a un profesional.
Hacer un mantenimiento preventivo regular puede ayudarlo a evitar la mayoría de los problemas, pero si su máquina tiene problemas serios, consulte a un profesional. Podrán reparar la máquina correctamente sin dañarla más.